Libro número II
Los Onninautas de Mensabruo
En este libro se habla extensamente sobre uno de los elementos que utiliza la imposición para mantener a los seres luminosos sometidos: la energía onírica. También se tocan temas como los cuerpos de nivel, su aparición y usos. Se mencionan los cúmulos de soñadores, lugares hacia donde son desviados los karamainus durante las horas de sueño. Nuestros personajes explican como la manipulación energética impide a los seres luminoso crear continuidad en los diferentes niveles a los que se desplaza la conciencia durante los periodos de descanso, perdiendo de esa manera, toneladas de información sumamente valiosa en el proceso del despertar de la conciencia superior. También tenemos un acercamiento al Nirmanan, conocido también como la estructura, una red de filamentos energéticos, creada con el solo fin de mantener a los karamainus atrapados, en un espacio controlado. Demás está decir que en los mundos reflejo la estructura comprende todo lo conocido y una gran porción de lo desconocido.
Tras despedirse de Iris e Isperia en Pauranika Manavulu, Orcemalín y Uyel inician su tránsito por el sendero que conecta al Reino Místico con Natura. La travesía los conduce hacia Mensabruo, un valle embutido dentro de un pliegue intramundano, utilizado por Ikivel para atrapar a los soñadores y robarles su energía. Luego de abandonar el territorio místico los viajeros se ven asediados por una tormenta lumínica que los empuja dentro de un cúmulo de soñadores llamado Inferno. Los dos amigos se salvan de ser alcanzados por las fuerzas oscuras, gracias a la rápida intervención de Ionel, líder de un grupo de ensoñadores rebeldes conocidos como los onninautas de Mensabruo. Con la ayuda de Ionel, Orcemalín comienza a acercarse al origen de los Mesarasi, una hermandad de megasamerús que existió en tiempos antiguos. La información que Ionel le da al aluriano, despierta en este último una serie de memorias desconocidas y perturbadoras que terminarán enfrentándolo a su verdadero origen.
